lunes, agosto 28, 2006

Capítulo Cerrado

”Tu bien sabes que no fue mi culpa
Tu te fuiste sin decirme nada
Y a pesar que llore como nunca
Yo seguía de ti enamorada.

Pero te fuiste,
Y que regresabas,
no me dijiste,
Y sin mas nada ¿porqué?
No se,Pero fue así, así fue…”

Miércoles 24 de mayo de 2006

Cuando retomé el dialogo con Luis y le conté todo lo que había pasado en mi vida luego de nuestra relación. Le dije que no le guardaba rencor, al contrario, quería que supiera que no tenía ningún sentimiento de odio en su contra. Y que por su causa yo había crecido enormemente. Me había independizado, había madurado y el sufrimiento que había vivido, ya estaba atrás.

Lo que yo sentí por él fue muy grande y profundo. En los años de ausencia, la esperanza nunca me había abandonado, porque yo sentía que si él me había jurado amor eterno en una ocasión, si era amor del verdadero, el que ambos sentíamos, algún día tendríamos que estar juntos… algún día él volvería a mí en nombre de ese amor. Entonces, seguí abrigando esperanzas con él. Hasta que nos reencontramos.

Tres años no habían sepultado su cadáver. Me engañé pensando que Gonzalo le había echado tierra a su fosa, hasta no dejar nada a la vista… pero no fue así. Cuando lo vi nuevamente mi corazón volvió a sentir casi lo mismo por él. Sus abrazos… sus caricias… sus besos… eran los que tanto había extrañado… volví a vivir unos días llenos de color, de alegría… al fin estaba con el único hombre que despertaba todos mis sentidos, volviéndome loca de deseo… de pasión.

Pero… dos líneas paralelas, no se unen jamás…

“Angélica: El verte tan exquisitamente atractiva, tan independiente, tan segura de ti misma, tan autosuficiente y tan rica...... me generó una sensación de temor... Temor por sentir esa necesidad de ti y de querer seguir descubriendo cosas en ti.... temor de pretender formar parte de tu existencia y de que formaras parte de la mía.

Soy y seré un solitario. No sirvo para convivir con nadie. El problema no eres tú. El problema soy yo….”

Su correo volvió a entristecerme, pero ya no sufrí. Sólo se sufre la primera vez… cuando el dolor quema el alma… cuando la pena deja tallados con sangre nuestros recuerdos… no, ahora era distinto.

Sentí pena por él. En realidad que él no merece una mujer como yo. Yo soy demasiado para él… No, yo ya no quiero un hombre como él, un hombre sin ambiciones, sin aspiraciones, que espera que todo llegue solo y nada busca…

Las cosas tienen su proceso y debían ser así para que por fin, entendiera que debía matar aquella esperanza. Y así lo he hecho… la puerta que había quedado abierta para ti, hoy se cierra… se cierra para siempre.

Y se cierra definitivamente este capítulo de mi vida, llamado… “Luis”.

2 Comments:

Blogger Flor Opinó...

Siempre hace bien cerrar los círculos con personas que nos hirieron en el pasado. Es un paso liberador que nos ayuda a encontrarnos nuevamente con nosotros mismos y con los demás.
Saludos

06 septiembre, 2006 17:36  
Blogger Rikardo Opinó...

holis, despues de haber leido tu otros blogs, me interesé seguir leyendo este y me encantó asi que te linkearé y te seguiré leyendo

saludos
rikardo

09 septiembre, 2006 19:47  

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