miércoles, abril 12, 2006

El Perrito "Che"

Montevideo, Marzo 27 de 2003

“Ayer estuve en un banquito junto a una zona de césped. Me gustó estar ahí porque había menos ruido de autos pasando. Había olor a pasto recién cortado que se mezclaba con el aroma de la playa. ¡Qué agradable percibir esos aromas!

Estaba sentada en un escaño, bajo la sombra que proyectaba el tronco de una palmera y se aproximó un perrito “Che”. Era flaco y café. Me miró y luego olfateó mi pie. Se acercó más y puso una de sus manos en mi asiento, así como queriendo saludarme… o darme la bienvenida a su país. Yo le tomé la pata y lo saludé también… pero el fresco, luego quería ponerme la pata encima, en mis piernas. Entonces le dije que era un patudo y que se fuera. Se corrió un poco y se echó enrollado como un ovillo a dormir a mi lado. Parecía que yo era su dueña.

Al rato me levanté sigilosamente y me fui. No sea cosa que me siga hasta el Apart Hotel… y ahí no admiten animales por mucho que me gusten…”