miércoles, marzo 22, 2006

La Música del Alma

Diciembre 14 de 2002

“La Pasión por la música”. El slogan de la Feria del Disco es genial, en realidad la gente que entra a ese lugar es gente apasionada por la música... así como yo.

Voy directo a la música en español. ¡Uy! lo que siempre busqué un Cd de Yuri, sin pensarlo dos veces lo tomó para llevármelo cueste lo que cueste, ya me ha pasado que veo un disco y no lo compro porque no tengo plata y cuando en realidad tengo, no lo encuentro. Es mi sueño... Siempre había ansiado un disco de Yuri y su "Maldita Primavera".¡Oh! un disco de Roberto Carlos... miro sus canciones y me encuentro con:

“No ganas al intentar, el olvidarme
durante mucho tiempo en tu vida
yo voy a vivir.
Detalles tan pequeños de los dos
son cosas muy grandes para olvidar
y a toda hora van a estar presentes, ya lo verás.
Si otra mujer apareciera por tu ruta
y eso te trajese recuerdos míos
la culpa es tuya...

...Yo sé que mientras existamos, recordaremos
y que el tiempo transforma todo amor en casi nada
Más casi yo me olvido de un gran detalle,
un gran amor no va a morir así
por eso de vez en cuando tu vas
vas a acordarte de mi...

No ganas nada con intentar el olvidarme,
Durante mucho, mucho tiempo en tu vida, yo voy a vivir...”

"Detalles"... Esa canción... se la escribí a él cuando me dejó. Se la envié en el último mail que le escribí. Ni siquiera sabía quién la cantaba. Fue la Tere, mi amiga, quien me dijo que la cantaba Roberto Carlos. No me gustaban las canciones de Roberto Carlos y nunca lo tuve en mis listas de preferencias por ser adquiridas. Pero cuando él… quien me había dejado con el corazón hecho trizas, fue capaz de devolverme el mail con esta otra canción...

“Tantas veces yo pensé volver
y decir que de mi amor nada cambió,
Pero mi silencio fue mayor
y en la distancia muero día a día sin saberlo tu...”

También fue la Tere quien me dijo que se llamaba "La Distancia" y que también la cantaba Roberto Carlos. Entonces, nació en mí la inquietud de querer oírla... quería escuchar su letra completa. Cuando tuve aquel Cd en mis manos, no lo pensé más, sólo quería escuchar esa canción... quería saber qué decía. Me latía fuertemente el corazón, pero cuando llegué a casa... no fui capaz de escucharlo.

Ahí quedó el disco por mucho tiempo. Cuando hacía aseo lo miraba, lo tocaba y lo limpiaba, sin poder escucharlo y sintiendo que mientras lo limpiaba lo estaba acariciando a él. Era tanto el sufrimiento que sentí con su partida que ni siquiera era capaz de escuchar aquel disco.

Nunca, ningún hombre me había dejado, así como me dejaba él. Destrozaba mi corazón y con él muchas ilusiones que había tejido en torno a él y que él mismo se había encargado de hacer brotar... “era la mujer de su vida, era lo que siempre había buscado, era la mujer hecha a su medida” (palabras textuales de él). En tan poco tiempo él sentía que me amaba... pero este gran amor, no fue tan grande y tan fuerte como para poder atravesar y romper barreras... se fue con el viento... tal como llegó... y mi alma lloró en silencio, sin poder hallar consuelo... luchaba internamente para no hacer brotar mis emociones en el trabajo, en la casa, en la calle, en todas partes... borré todo lo que pudiera recordármelo, su dirección de E-mail, sus fotos, sus cartas, todo lo que pudiera estar ligado a él... pero ahora, el sólo hecho de tener en mis manos aquel Cd me paralizaba, estrujando los últimos sentimientos albergados en mi corazón...

Cuantos días pasaron, hasta que por fin, fui capaz de poder escuchar por primera vez ese disco y esa canción... “su canción”. Y ahora, que ha pasado tanta agua bajo el puente, no puedo evitar recordarlo cada vez que escucho esa canción, esa melodía... Fue tan grande el sentimiento que él me inspiró, que no ha sido fácil poder arrancarlo de mi pecho.

Quizás sea un poco masoquista, pues cuando estoy triste o bajoneada lo escucho... y se me viene a la mente toda esa emoción que viví con aquel hombre y me pregunto si en algún momento se habrá arrepentido de haberme dejado... nunca lo sabré. Y guardaré mi disco de Roberto Carlos como hueso santo por el resto de mis días. Ni siquiera puedo desprenderme de él. Cuando mi hermano Héctor me lo pidió prestado, sólo le presté el Cd 2, era un doble... pero el Cd 1 donde está su canción, no se lo puedo dejar... a menos… que la herida haya sanado…